martes, 16 de noviembre de 2010

De Familia y Personalidades

Cuando se trata del ser humano, una cosa es segura: somos complejos y tenemos muchas facetas; nuestro carácter esta formado de diferentes caras, nunca de una sola. Por decir, no somos sólo malos, buenos, traviesos, latosos, mulas.... somos todo eso y un poco más en diferentes situaciones.

Con el paso del tiempo se nos asigna (o nos asignamos) un rol a cumplir dentro de nuestra sociedad que es mucho más simple; por ejemplo: somos los juiciosos de entre nuestros amigos, los enojones de nuestra familia, los chistosos de la fiesta... Aún más, con frecuencia es el mismo rol el que desempeñamos en diferentes círculos sociales; de forma que el juicioso lo es en su casa y fuera, y así sucesivamente. Cómo terminamos simplificando tanto nuestra personalidad es un misterio para mí pero me queda claro que mientras al analizarnos somos súper complejos, es sólo en ocasiones que aflora esto y muy pocas personas son verdaderamente difíciles de predecir. Incluso, ser difícil de predecir, es decir cambiante, se considera una característica negativa.

En fin, pensando en esto analicé diferentes situaciones dentro de mi familia y aún mis hijas suelen actuar consistentemente. En el caso de ellas esto me causa simpatía, sus personalidades apenas se están formando pero son distintivas en cada una y, como los niños suelen exagerar cada rasgo, es genial poder predecir qué van a hacer y verlas hacerlo, Jordane con dramatismo y creatividad y Kaylee con un magnífico sentido de auto-preservación.

Aquí les doy dos ejemplos, ustedes saquen sus conclusiones y díganme qué piensan.

EJEMPLO 1

A poco de llegar a Montreal, un sábado por la tarde fuimos a comprar de esos muebles que se tienen que armar. Como todo buen hombre, mi marido quería entrar y salir de la tienda (IKEA) agarrando el tercer librero que se atravesó en su camino. Como toda buena mujer, yo le asesté tres zapes bien puestos y lo obligué a recorrer TODA la tienda, pasillo por pasillo (una nunca sabe que maravilla se pueda esconder a la vuelta de la esquina). Como todas buenas niñas de 5 y 4 años, mis hijas brincaron en las camas de exposición, se aventaron sobre los sillones, le dieron con el carrito de compras a todo aquel desafortunado cristiano que osaba caminar al frente de nosotros y, en general, volvieron locos a sus padres.

Tras medio día de caos regresamos a casa, cargando cajas que amenazaban con vencer la suspensión de la camioneta y que mi marido hubo de cargar mientras Jordane cargaba un cojín y Kaylee un cepillo para lavar vajilla que no necesitábamos pero, ya que no había nada más en casa que fuera del mismo color verde chillón, nos era indispensable. Yo por mi cuenta, cargaba un chocolate mordido de Jojo, medio pan de Kay, el celular de Beto, las llaves de la casa, mi cartera, mi celular, las bufandas y guantes de la familia, una botella de agua y una de leche, TODO en mi bolsa (¡!), además de algunas vasijas y cosas de cristal que habíamos comprado.

UFF! Por fin entró la última caja y dejamos a los pingüinos afuera al cerrar la puerta. Ahora a armar! (para deleite de mi marido). Es entonces que Jordane me pidió regalada una cajita ya vacía donde se habían encontrado los tornillos. Sin pensarlo más dije que sí, creyendo que de esa forma nos dejarían trabajar con tranquilidad. Beto se encontraba en el piso superior armando una cajonera y yo subía a ayudar; las niñas bajaban platicando y alcanzo a oir de refilón:

Jojo: Tumana, vamos a juga con eto, tu y yo sin pelear, OT?
Kay: Si tumana, sin pelear
Jojo: Mira tumana! Hay para hacer nieve!

Con el rabillo del ojo veo que se trata de unicel y Jordan esta por hacerlo pedazos.

Kay: Siii! Vamos haced nieve!! Poque eso e muy div....
Yo: NOOOOOO!
Kay: No tumana, eso e muy mal. Yo te dije que no. Veda mami que eso e muy mal?

Demostrando claramente como los ratones más bonitos también saltan del barco cuando lo ven hundirse.

Ahí, en media hoja les he descrito la dinámica básica de mi familia y el papel que cada quien juega dentro de ella. Por demás, los niños son los más simpáticos ya que aún no tienen claro que se espera de ellos y no tienen idea de qué es lo "políticamente correcto".

EJEMPLO 2

Hace una semana estábamos Beto y yo decidiendo a dónde ir a comer; después de cierto tira y afloja quedamos en ir a "X" lugar. Cuando Jordane oye la decisión, se acerca muy enojada a su papá y le dice:

"Porque vamos a ir ahí. Yo quiero ir a McDonalds." Cruza los brazos, arruga la nariz y enseña los colmillos.

Beto: "Porque hoy le toca elegir a mamá y papá y nosotros no queremos ir a McDonalds" Toda paciencia y tranquilidad, a lo que la niña responde:

"No es justo! Yo no quiero ir ahí y TU SIEMPRE ELIGES! Eso no me gusta"

Yo mejor me levanto de la mesa porque si intervengo la voy a regañar.

Kaylee da un pasito hacia la tele con mucha discreción y hace como que esta viendo las caricaturas.

Beto prosigue a explicarle a Jojo con calma:

"Jojo, así son las cosas. Tú has escogido otros días y hoy les toca a papá y mamá"

Otro pasito de Kay hace la sala.

Yo hago como que recojo la mesa.

Jordane: "Pues eso no me gusta. No es justo porque tú siempre puedes escoger y YO NO!" Esta vez azotando los brazos a sus costados y dando un zapatazo al piso.

Esto ya es demasiado; decido intervenir.

Kay da dos pasos rápidos y se sienta en el sillón haciendo como que ella esta clavadísima en la tele.

Mamá: "Pues así es la vida Jojo, lo siento mucho pero aquí mandamos nosotros. Cuando tú seas mamá harás lo que quieras, mientras no te queda de otra. Así es de dura la vida, lo siento"

A mí no me responde más pero se va en la misma postura de inconformidad.

Kaylee hubiera chiflado si supiera como hacerlo, mientras se conforma con contarse los deditos de las manos con naturalidad.

Beto se queda frustado porque no logró hacer que la niña cediera y yo me quedo sorprendida por el ataque de rebeldía pre-adolescente que mi hija de 5 años tuvo.

Ahí de nuevo te encuentras con la misma dinámica; cada quien reaccionando de la forma esperada en una situación diferente.

Ahora piensa en tí mismo y tu ambiente, como te desenvuelves? Cómo te describen tu familia y tus amigos? Estas de acuerdo con ellos? En mi caso, siempre me sorprende lo que la gente asume de mi y con frecuencia no estoy totalmente con ellos.

No olvides dejar tus comentarios. Disfruta la semana!

viernes, 12 de noviembre de 2010

Historias en Negativo

Viernes al fin! Espero que tu semana haya sido productiva y agradable pero aún en la mejor de las semanas, quien no se alegra cuando el calendario le recuerda que llegó el viernes? Debe de ser uno de los días más populares de la semana y al llegar nos encuentra con la cabeza llena de esperanzas, deseos y planes para los dos siguientes días. Si la escuela o el trabajo han sido terribles con nosotros, el plan es no tener plan; pero si han sido buenos las ganas de fiesta nos inundan. En cualquier caso una actividad favorita es el cine o rentar películas; aquí estoy yo para darles una opción más.

La mayoría de las personas buscamos en los filmes un escape a nuestra propia vida y dos horas de entretenimiento; algunas películas nos dan eso y nada más, otras nos agobian con sus problemas ficticios o con tribulaciones de la vida de alguien más, otras aún nos llevan a planetas o tierras fantásticas. En esta ocasión hablaremos de "La Aldea" (The Village, 2004) dirigida por M. Night Shyamalan. Esta película resulta a la vez entretenida y fantástica pero lo que la distingue es un mensaje de fondo muy interesante.

Bellamente filmada, transmite la atmósfera adecuada para perdernos en el mundo que nos presenta, tan ajeno al nuestro. Con actores de la talla de Sigourney Weaver y Joaquin Phoenix no hay duda de que transmite con diálogo interesante y tomas por la noche, una saludable dosis de misterio y un tierno romance sin volverse hueca o aburrida.

Esta película se vio afectada por una mala mercadotecnia que la publicitaba como un Thriller/Horror cuando en realidad se trataba de un Drama/Misterio; esto le costaría que la gente equivocada acudiera a los cines y se encontrara decepcionada. En realidad presenta una compleja trama que atrapa al vidente através de un misterioso monstruo para después llevarlo a uno de la mano a la vida dentro de una villa rodeada por un inmenso bosque y sus habitantes, estancados en el tiempo.

Poco a poco la verdadera historia se va desarrollando sin que uno lo perciba para finalmente mostrarnos sus secretos, dejándonos a todos sin saber que pasó. El espectador entonces se da cuenta que las cosas no son como pensaba y ahí puede radicar el desencanto; por eso te pregunto: Si lograras alcanzar tu sueño, si has logrado obtener el tipo de vida que ansías; cuanto valdría ese sueño para ti? Que precio estarías dispuesto a pagar y cuándo el precio es tan alto que al pagarlo el mismo sueño muere con él?

En este momento tan crítico que se vive en países como Mexico, con tantos problemas sociales, puede ser que esta película adquiera una luz diferente ante tus ojos. Te invito a que la veas nuevamente con estas ideas en tu cabeza o que la mires por primera vez y me des tu opinión; yo estoy casi segura que te va a gustar.

Feliz fin de semana!!

lunes, 8 de noviembre de 2010

Sobre la mala suerte y Otras Situaciones Absurdas III

Bueno, esta sí que la debía desde hace mucho tiempo. Después de poner a mi hermana en evidencia mucha gente me ha acusado de no contar mis propias experiencias y aquí estoy para remediar eso. Esta nueva edición de La Mala Suerte empieza alrededor de dos meses después de aquel asunto de la alarma contra incendios.

Como recordarán los lectores recurrentes, aquella madrugada mi esposo y yo fuimos despertados por la alarma contra incendios del edificio donde vivíamos. Bueno, eventualmente nos enteramos que un pobre idiota se había quedado dormido con la estufa prendida... a las tres de la mañana (¡¿?!). No hay necesidad de entrar en detalles sobre la serie de expletivos que salieron de mi boca, confío en su gran capacidad imaginativa.

Pasaron las semanas y una bella tarde de marzo, con el frío del invierno en el pasado y los rayos del sol calentando los días, me encontraba tranquilamente sentada frente a la tele cuidando a mi hija de 15 meses. Con 4 meses de embarazo, la paz de la tarde y la acogedora temperatura se combinaron para causarme un serio caso de somnolencia. Después de media hora de luchar contra el sueño, decidí dejarme vencer. Puse una caricatura para mantener a la pequeña entretenida, tomé una cobija y en el sillón frente a la tele, encontré una posición cómoda para descansar. Caí en un reconfortante sueño sin niños ni obligaciones de casa.

No se cuánto tiempo habrá transcurrido pero no más de treinta minutos después, el estruendoso sonido de la alarma contra incendios me despertó. Me senté de un brinco y busqué con la mirada a mi hija Jordane, que se encontraba junto a mí con las manitas en las orejas preguntándome que era ese ruido.

Que pasa? Me pregunte completamente confundida y estaba por culpar de nueva cuenta a algún idiota por olvidar apagar la estufa cuando

Estufa? La estufa! 


Me percaté en ese momento de que la alarma que sonaba no era la del edificio, sino la de mi casa. Corrí a la cocina (tres pasos apenas) y del caldo de pollo que había dejado a fuego bajo salía un denso humo negro. Una vez que mi primer temor se calmó al no haber fuego, mi siguiente pensamiento fue Los Bomberos!. Todo menos pasar otra vergüenza.

A toda prisa corrí por la escoba, me coloqué debajo del detector de humo de la sala y abaniqué con toda la fuerza que pude. El humo empezó a dispersare, Jordane corrió por su escobita y se paró junto a mí repitiendo mi movimiento. En ese momento empieza a sonar el detector de mi recámara.


Maldita sea, no puede ser!! 


Con desesperación doy un paso hacia la recámara y ZAZ! siento un golpe que me cruza la cara. Confundida busco que pasó y veo a la niña... había sido un escobazo.

Me carga la... 

La inercia del movimiento hace que me tropiece con Jordane y haciendo toda clase de malabares evito mi caída; después de trastabillar por todo el pasillo llego al centro de mi cama, debajo del detector de humo. Abanico nuevamente y entonces se me ocurre: Abrir las ventanas!

El ruido es ensordecedor y lo único en mi mente es hacer algo antes de que un vecino intente rescatarme de entre "las llamas". Me bajo de la cama a toda velocidad y otra vez me toca un palazo en la cara; mientras ruedo cama abajo doy cuenta de qué fue lo que me golpeó; en esta ocasión fue MI escoba. Una vez en el piso logro detener la caída de mi hija, con quien había me había enredado mientras ella intentaba subir a la cama y yo bajar.

"OK Jojo, súbete a la cama y mueve tu escoba super duro, sale?" Le digo, tratando de evitarme otro golpe innecesario.

"Ti mami" me contesta la pobre, que no atina a taparse los oídos y sacudir su escoba al mismo tiempo.

Abro la puerta que da al balcón de mi recámara, corro a la sala, abro la puerta a ese balcón también y me turno a abanicar aquí y allá alternadamente.

Al menos ya hice el ejercicio de la semana


El humo empieza a bajar, -Gracias a Dios- pienso mientras poco a poco me relajo. Declaro oficialmente superada la prueba y bajo mi instrumento de trabajo, esta vez sin darle a nada. Claro, es ahora que me doy cuenta de que el aire que entra esta fresco y yo sólo tengo una playera; me acerco a la ventana y estoy por cerrarla cuando el horrible sonido de otra alarma me saca un... susto. Esta vez sí es la del edificio.

Maldita sea!! Pero porqué? 


Abro la puerta apenas una rendija, lo suficiente para mirar hacia afuera sin ser vista. De alguna forma que no entiendo, todo el humo que estaba adentro se encuentra flotando, negro como mi conciencia, en el pasillo.

Carajo! Me cae que sólo a mi me pasan estas cosas.


Cierro la puerta antes de que alguien me vea y considero mis posibilidades:

1. Puedo salir con mi escoba y abanicar en el pasillo... y que me vean todos los vecinos??? NI LOCA.
2. Puedo salir y hacer como que "quién sabe que imbécil dejó la estufa prendida"... mmmm, tentador...
3. Puedo quedarme en la casa y esconderme debajo de la cama... aún mejor...

A traves de las ventanas abiertas oigo la sirena de los bomberos que se aproximan.

A huevo.


Corro a cerrar las ventanas para parecer menos sospechosa, esta bien que esta mejor el clima pero las mías son las únicas abiertas. Sin saber que hacer, me asomo al pasillo cada 5 minutos y observo qué pasa; bomberos suben, bomberos bajan, que es?  Gina escondida detrás de la puerta!

Los minutos pasan y Jordane me mira divertida, bajo sus inocentes ojos me siento terriblemente culpable.


No puedo más.

Me asomo nuevamente y veo a otro bombero pasar -Y para colmo, esta guapo...-

"Psst. PSSST"

El extrañado hombre voltea y ve mi cabeza que se asoma detrás de la puerta. Le hago señas para que se acerque y cuando esta frente a mi, se agacha esperando que le cuente mi secreto.

"Yo fui" susurro tan bajo como puedo. El uniformado me mira sin entender palabra. Tomo aire y, queriendo desaparecer de la tierra, procedo a explicarme en un tono un poco más alto, "Fue mi culpa, me quedé dormida pero no pasó nada, no hay fuego ni nada, lo juro! Mi hija ni está en la casa (porque con sólo mirarme cualquiera sabe que tengo una hija), lo juro, se fue con su papá. Yo nunca me habría dormido con la estufa prendida (ahí esta, la terrible confesión!) pero según yo, la había apagado; yo creo que se descompuso. En serio, NUNCA me había pasado."

Las palabras brotan como fuente de mi boca, ni siquiera tomo aire entre frase y frase mientras más pronto termine, mejor. El chico me mira con los ojos cada vez más grandes y no con sorpresa, sino con desconcierto. Si lo hubiera dicho en voz alta no habría sido más claro, sus ojos me decían: Estas loca!

"Ud. fue? Esta bien, no hay problema; no hubo fuego verdad?" Me dice aún sin estar seguro de si entendió bien. Con la cabeza asiento, lo único que quiero es cerrar la puerta de una vez. La idea de esconderme debajo de la cama suena mejor que nunca.

"No se preocupe. Hasta luego" Claramente el muchacho tenía tanta prisa por dejarme ahí, como yo por cerrar la puerta.

Momentos después hay silencio nuevamente y los Bomberos vuelven a sus camiones; si, CAMIONES (2!). Desde la ventana de la recámara de la niña me asomo con discreción y veo a los bomberos señalando mi casa.

Ay Dios mío, nada más esto me faltaba.

Nunca más volví a quejarme por las falsas alarmas, en todo caso sentía cierta tranquilidad al no ser la única bruta, también un poco de pena por el pobre cristiano que tendrá que confesar su despistez.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Tradiciones

En estos días nos encontramos bombardeados por los medios que nos inundan de cintas de historias paranormales; en más de una ocasión he oído a gente quejarse cuando estas fechas se acercan y es que no todos disfrutan de pasar algunas horas en compañía de seres de ultratumba, aún cuando sean ficticios. Cada vez más y más vemos cómo una tradición muy bella y muy nuestra se encuentra en riesgo de perderse entre las garras de una fiesta extranjera. Todos contribuimos a esto, incluyéndome, y si bien Halloween es una fiesta divertida que ofrece de todo para grandes y chicos, debemos de recordar que tiene raíces completamente diferentes al Día de Muertos. Cada celebración brilla por derecho propio pero es importante que conozcamos nuestras historias para seguirlas transmitiendo a nuestros hijos y preservarlas. Yo, sinceramente, no sabía mucho sobre los orígenes del Día de Muertos hasta que decidí escribir esto; con vergüenza debo admitir que se mucho más de los orígenes del Halloween. A riesgo de asumir que alguien más padece de mi ignorancia crónica, a continuación compartiré con ustedes aquello que he descubierto.


Una vez al año conviven en México los vivos con los muertos. Inspirados por la creencia de que la muerte es la transición de una vida a la otra, se celebra durante los últimos días de octubre y los primeros de noviembre el reencuentro con el recuerdo de seres queridos. Resultado de la unión de dos civilizaciones, la costumbre de las culturas mexicanas precolombinas se intercala con las creencias católicas. El resultado es una celebración alegre y colorida en la que la muerte asume una expresión vivaz y amistosa. Los pueblos prehispánicos creían que las almas no morían, que seguían viviendo en un lugar especial llamado Mictlán donde descansaban hasta el día en que podían volver a sus hogares y visitar a su familia. Los antiguos pueblos de México celebraban la regreso de las almas entre los meses de julio y agosto. Como también hicieron con templos y Dioses, los españoles durante la Evangelización cambiaron las festividades al 2 de noviembre, haciéndolas coincidir con el Día de Todos los Santos. 


En la actualidad la celebración se realiza de forma diferente a lo largo del país; las dos fechas más importantes y observadas por la mayoría son el primero y dos de noviembre. El primer día dedicado a honrar las almas de los niños, conocido como Día de los Santos Inocentes en algunos estados como Tlaxcala, con altares decorados con flores y velas de color blanco. La segunda fecha se recuerda a las almas de los adultos; sin embargo esto varía de estado en estado, otras costumbres dedican los días como sigue: el 28 de octubre se conmemora a los Muertos en Accidentes, el 30 a los Adultos, el 1ro de noviembre a los Niños y el 2 a Todos los Santos. Recordemos que la costumbre católica dedicaba este día a todos aquellos Santos que no tenían un día particular a lo largo del año; sin relación alguna con la muerte. También pues, el Día de los Muertos o Día de Todos los Santos se denomina de diferente forma en algunos de los estados. Por ejemplo, en Yucatán se conoce como Hanal Pixán o Paso de las Almas sobre la Esencia de los Alimentos; en las alturas de Michoacán como Jimbanqua, y en San Luis Potosí, Hidalgo y el sur de Oaxaca se le conoce como Xantolo. 


Se trata de una tradición ancestral que, intercalada con el catolicismo resultó en un momento y espacio especiales para celebrar la vida y el legado de los seres queridos, a quienes les hemos ofrecido en un altar la fragancia de las flores, la luz de las velas, el aroma de la comida y la solemnidad de las oraciones. 



Parte intrínseca de estas fechas que nos separa de otras naciones es que nuestro pueblo ve en ellas un momento para burlarse de la muerte con calaveras hechas de azúcar, chocolate y amaranto, que se regalan a un amigo con su nombre para que éste pueda "comerse su propia muerte"; también con poemas satíricos dedicados a una persona en particular conocidos como Calaveras, y aún con artesanías especiales que aluden a distintos aspectos de los vivos que representan con esqueletos.




La cosecha de la flor de cempasúchitl, también conocida como la flor de los veinte pétalos o flor de los muertos, marca el inicio de los preparativos y las frutas, verduras, y platillos especiales se preparan y colocan en el altar para que el alma deguste la esencia y aroma de los alimentos. El primero de noviembre se realiza en muchos pueblos de Michoacán el rito de la Velación de los Angelitos, en particular en los cementerios de las islas de Janitzio y La Pancada en el Lago Patzcuaro. Las niñas vestidas con blusas de satín, faldas de colores, delantales primorosamente bordados en punto de cruz con medias blancas y zapatos brillantes, son el centro de esta ceremonia. Los niños ayudan a llevar las flores e interpretan canciones a sus hermanitos fallecidos con pequeños instrumentos musicales. A un costado del cementerio las madres y abuelas observan a los pequeños durante el ritual; es así que los padres transmiten a sus hijos la tradición. 


Los altares son la pieza central de toda ofrenda, decorados con diferentes estilos, todos representan un lugar de comunión espiritual. En muchos pueblos la vigilia en el cementerio dura la noche entera, en otros tiene lugar durante el día; muchos combinan las oraciones con el sonido de la trompeta en un conjunto de mariachis y algunas celebraciones incluyen bailes rituales. 

El Día de los Muertos es un momento de reflexión sobre lo que la vida significa y la misión que en ella hay que cumplir. Para unos, la muerte es un sentimiento doloroso por la separación física del ser amado; para otros es trascendencia, transformación y resurrección. Durante el Día de los Muertos aflora todo sentimiento y creencia que da vida a la memoria de nuestros seres amados.

Este año después de que pidas tu "calaverita", mientras comes un pedazo de Pan de Muerto o al pasar frente a una Ofrenda de Muertos en algún lugar público, reflexiona sobre lo que para ti significa esta fecha y como te gustaría preservarla. Disfruta de tu fiesta de Halloween y gánate algo por tener el disfraz más original, pero después compra algunas flores de cempasúchitl y regala una calaverita de dulce a tu mejor amigo... o enemigo! Tú decide.

Feliz Día de Muertos.